Mi abuelo solía contarme toda clase de leyendas e historias de terror a las que fui siempre adicta.
Me gustaba sentir el miedo y el corazón reventándome el pecho.
Había noches en las que nos sentábamos bajo las estrellas y me decía con toda la seriedad que su dulce rostro podía:
-Cuando la luna llena brille en el cielo, cuídate de las mujeres vestidas de rojo, porque se aproximan a las ventanas y te miran a través del vidrio con sonrisas burlonas esperando a que les preguntes que hacen ahí. Entonces te señalan con sus dedos huesudos y te roban el alma dejándote seco y enfermo, con la muerte a sólo unos minutos de tu carne.
Esa historia la repitió durante mucho tiempo en su vejez avanzada y hasta hubo un momento en el que llegué a creer que no era ficticia, ahora siendo una mujer grande esos recuerdos me despiertan sonrisas.
Alguien golpea el vidrio de la ventana. ¡La mujer está vestida de rojo! ¿hoy tenemos luna llena?
5 comentarios:
El segundo párrafo me parece magistral. El final un poco precipitado.
Un beso escarcha.
La sutil línea entre la ficción y la realidad está en nuestro pensamiento. ¿Y si comenzaras el cuento con un flash back? Por ejemplo: Una mujer vestida de rojo ... tal vez así te evitas la precipitación que menciona Torcuato. Muchos abrazos
gracias Rivero y Torcuato por las recomendaciones de las que aprendo siempre!!!
¿Qué quieres que te diga? Será precipitado, pero a mí me consiguió asustar, ¡me cachis en la mar!
Eres genial vida
Un ABRAZOTE
gracias MIMOSA!!!!
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