lunes, 27 de septiembre de 2010

VENCIDO


Gritaba rompiendo la marea de obstáculos,
afianzando su presencia en los rabiosos cultos de posesión.
Reía, destruyendo sus esfuerzos por rebelarse,
reventando las entrañas de su cordura.
Él quería evitarla, no mirarla, destrozar el tímpano para no escucharla.
Pero ella estaba, ya había llegado.
La dulce tiranía de sus ojos
ahora estaba estacada en su mirada tibia.

Baja los brazos, considerate vencido...
ella te ha enamorado.

2 comentarios:

Daniel J. Hernández dijo...

Creo que así me ha pasado pero con la musa que llegó a mi vida, creo que ella llegó para quedarse y jamás partir.
Un abrazo Escarcha.
Saludos
Te sigo...

escarcha dijo...

gracias Daniel por el comentario!